-
19/06/2013
Alcohol para principiantes -
20/05/2013
Trabalenguajes -
19/03/2013
El alcalde desnudo -
07/03/2013
El tubo retuvo -
04/03/2013
La verdad os hará pobres -
27/02/2013
Tradición -
14/02/2013
Cáscaras vacías -
20/01/2013
Su soledad, gracias -
09/01/2013
Hemipléjicos identitarios -
12/11/2012
La importancia de llamarse inculto -
05/10/2012
Remake or not remake -
23/08/2012
El milagro de Borja -
16/07/2011
Twittea que algo queda -
05/01/2011
Carbón para todos -
30/12/2010
¿Cultura? Tocado y hundido -
14/04/2010
Y con viento de Levante. -
21/12/2009
Mi patria es El Limpia -
11/11/2009
Sobre las musas, los sueños y el ahora. -
25/08/2009
La historia que se escribió a sí misma. -
27/07/2009
Azul horizonte -
29/12/2008
El frío de la hojalata -
19/12/2008
A vueltas con el carrusel -
09/12/2008
Reflexiones en torno a un carrusel -
27/10/2008
La verdad sobre B. -
22/10/2008
La musa del arcoriris -
15/09/2008
Ingredientes para una disolución -
01/01/2008
El héroe se esconde -
27/11/2007
Té para principiantes -
21/11/2007
La inspiración como etílica excusa -
28/10/2007
Hormigas en la sopa -
20/07/2007
Cuando Harry encontró a Horus -
27/06/2007
El molinillo de los sueños -
05/06/2007
El apéndice prodigioso -
03/06/2007
Baile de máscaras -
25/02/2007
Los principios últimos -
15/01/2007
Tierra -
27/12/2006
Primer salto -
13/12/2006
El reposo social -
06/11/2006
Jesús Lapuente o la emancipación pictórica. -
03/11/2006
Dibujando a Vivaldi -
16/10/2006
La última obra de Salvador Dalí. -
09/10/2006
Las dos historias del mismo beso -
01/10/2006
El Cumpleaños de Kike -
25/09/2006
Soltar amarras! -
19/09/2006
Trapos sucios -
12/09/2006
La sopa boba -
10/09/2006
Lágrima de princesa -
09/09/2006
Me tiré por vos -
07/09/2006
La felicitación insomne -
06/09/2006
Mojo picón -
30/08/2006
Sobre los sentidos de la vida -
21/08/2006
La carta del 93 -
18/08/2006
El ron y la rosa -
13/08/2006
Mientras Gaia Zeta sucede. -
11/08/2006
Lágrimas de bufón. -
09/08/2006
Hoy la vi. -
03/08/2006
Paseo de la fama -
29/07/2006
El faro por testigo -
25/07/2006
La calle sin nombre -
24/07/2006
Vida, color, creación, misterio, arte. -
21/07/2006
Brindo por... -
20/07/2006
La luna en cáncer. -
18/07/2006
Sobre las ilusiones y otras sustancias nocivas. -
14/07/2006
Zaragoza es plana -
10/07/2006
A modo de prólogo...
15/09/2008 · Ingredientes para una disolución
Han pasado ya muchos? muchos días? desde la última vez que escribí en el Diario de Obsesiones. Casi no recuerdo en qué consiste esto?
Durante este tiempo he inaugurado una nueva exposición, he visitado Santo Tomé y Príncipe, Sicilia, París de nuevo? muchos lugares, muchos momentos y muchas nuevas personas?
Hace menos de una semana que he inaugurado mi última exposición en Zaragoza, en la galería Calvo i Mayayo. El día de la inauguración pude disfrutar de muchos de mis amigos. A todos ellos les agradezco acompañarme en este momento tan especial.
Lo cierto es que en términos generales, a la inmensa mayoría de los asistentes les gustó el trabajo que he realizado durante este tiempo, recibí numerosos elogios y esto me reconforta después de tanto esfuerzo.
Han sido muchos meses de trabajo intenso, pero el resultado ha merecido la pena.
Para volver a retomar este blog, después de tantos meses, voy a escribir poco y ligero. A continuación, reproduzco el texto del catálogo de la edición de este año de Okuparte. Acompañaba a una obra realizada por Javier Sánchez Blasco, el que suscribe este blog, y? en esta ocasión, con la ayuda de Ester Mateo, que se vio sorprendida por la vorágine de explosión creativa que supuso esta obra, pero lejos de amedrentarse, puso toda su energía para formar parte de ella.
Ingredientes para una disolución:
Tantos kilos como tengas de carne desnuda, descalza, da igual su color, si está sana o sí languidece cada noche en sábanas de materia ajena. Puede ser congelada.
¼ De aquello que temes o deseas desesperadamente. Tus ganas de vivir o soñar, toda tu infancia metida en un dedal con el que está prohibido jugar. La juventud que queda hecha el ovillo de un avaro.
3 Cucharadas grandes rebosantes de nada. Mejor de la que tiene la textura más espesa y sabe como la conversación de anteayer en el ascensor, como el aliento del que mira desde arriba, como la oscuridad del dormitorio en cada despertar prematuro.
El zumo del fruto que late en tu costado izquierdo. De un rojo escandaloso en invierno, azul melancólico en verano. Mordido por las avispas, agotado, veneno en el filtro de amor.
Sal, pimienta y perejil
Modo de preparación:
Sobre un estanque, en el césped del parque o sobre el asfalto del patio de recreo, siempre al sol, se tiende la carne, previamente embriagada de alcohol o de medicamentos, o quizá de música y poesía.
Mezclamos el sueño, el sudor frío e injustificado, las ganas de hablar, lo que sea que hayas sacado del fondo de tu bombín, lo que sea que llene tu copa y parasite la ropa recién quitada.
Añadimos, la sal, el perejil y la nada, con cuidado de que no acabe de devorar al resto de ingredientes.
Y desaparecemos en el elemento que hayamos elegido - lágrimas o tierra, mar o nieve, siempre con la sonrisa que da la paz dibujada en el rostro - para formar parte de él para siempre,